miércoles, 14 de enero de 2009

La Paz Armada:solo una apariencia de paz

Se conoce con el nombre de Paz Armada al período que se inició en 1871 y que finalizó en 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Fue una etapa de grandes contradicciones, ya que, si bien hubo pocos conflictos abiertos entre los países europeos, las fricciones internacionales se acrecentaron. La paz era sólo una apariencia bajo la cual la posibilidad de un conflicto bélico mundial crecía día a día.
Tal período se caracterizó, en líneas generales, por aspectos diferentes:
Por un lado, el auge y expansión del imperialismo por el otro la frivolidad de la sociedad europea que abrazaba una vida de lujo y desenfado mientras la situación internacional era cada vez más tensa y peligrosa.
El primero de estos aspectos, acrecentó las fricciones internacionales. Se produjeron una serie de alianzas y contra alianzas que demarcaron los dos grandes grupos que se enfrentarían en la “Gran guerra”.
Hacia 1890 Europa vivía en la incertidumbre. La guerra, aunque improbable, parecía posible, y todos los Estados tenían en cuenta en sus cálculos esta eventualidad. Bismarck había dejado con gran prudencia gravitar esta amenaza porque servía a sus fines. Además, existían en potencia innumerables conflictos. Francia y Alemania no podían reconciliarse, a causa de Alsacia-Lorena. Francia e Italia se habían enzarzado en una verdadera guerra aduanera. Francia e Inglaterra, implicadas en la gran política colonial, parecían dispuestas a entenderse y firmaban en 1890 un importante acuerdo para repartirse el valle del Níger. Pero eran de temer nuevas fricciones. En 1887 Rusia e Inglaterra estuvieron al borde de la guerra a causa del Asia central y de las fronteras de la India. Finalmente, se vislumbraba en el horizonte el nacimiento de una nueva potencia: el Japón.
Pero, en conjunto, el más peligroso de todos los conflictos, el de Austria-Hungría y Rusia a propósito de los Balcanes caía en el olvido. Rusia estaba entonces mucho más interesada en el Extremo Oriente y la doble monarquía no buscaba la expansión.
Durante el período 1891-1904, relativamente tranquilo, se prosiguió y aceleró el reparto de Africa; se formó, frente a las alianzas alemanas otro sistema que gravitaba en torno a Francia; y sobre todo, maduraron las fuerzas susceptibles de aumentar las tensiones, tensiones que, de 1904 a 1914, se harían tan vivas que iban a estallar en sucesivas crisis. La última iba a ser fatal para la paz.